La última vez que Rusia impacto significativamente al mundo fue en 1998, con la mayoría de los bancos de inversión con posiciones en deuda rusa que se vieron severamente sacudidos y que incluso forzó el rescate del hedged fund Long Term Capital Management (LTCM) y la venta de Bankers Trust. Rusia entró en default y su moneda se devaluó de manera importante en medio de la crisis asiática. 

La crisis financiera en Rusia (también llamada la "crisis del rublo") golpeó al país el 17 de agosto de 1998. En aquél entonces, los precios de las commodities cayeron, entre los más perjudicaron fueron el petróleo, el gas natural, los metales y la mdaera que conformaban el 80% de las exportaciones rusas, dejando al país en un estado de alta vulnerabilidad tanto por los commodities como por el precio de sus bonos estatales de corto plazo el GKO (Gosudárstvennoie Kratkosróchnoie Obyazátielstvo), y una gran devaluación de su moneda debido a una paridad fija.

Sin embargo, como apunta Laidler, los canales a través de los cuales el creciente conflicto con Rusia impacta a los mercados globales actualmente es más limitado. La economía de Rusia es pequeña y su mercado de valores también. Los bancos globales tienen poca exposición a préstamos y pocos poseen una cantidad relativamente pequeña de deuda de Rusia. Los principales canales de contagio son 1) una mayor aversión al riesgo, avivando la volatilidad y presionando las valoraciones. Estos ya estaban bajo la presión de una Fed agresiva. S&P 500 P/E ha bajado un 20% a su promedio de 5 años. 2) Materias primas en las que Rusia es un mayor productor de petróleo hoy en día, y los precios y la inflación global son mucho más altos. Esto explica las excepciones a las sanciones hasta ahora.