Pues bien, una inflación más alta ya sea impulsada por estímulos fiscales y monetarios, por la desglobalización, por la transición a energías verdes o por economías sobrecalentadas tiene impacto en el desempeño de algunos sectores y estilos de inversión.

Como hemos sido testigo, los últimos datos de inflación en varios países del mundo han aumentado de manera constante desde finales del 2020, pero de acuerdo a los últimos datos, la inflación en la OCDE subió a su tasa más alta desde mayo de 1996 a medida que los precios de la energía continuaron aumentando para las principales economías de todo el mundo. Canadá fue el único país del Grupo de los Siete que no registró un aumento en su tasa general en noviembre, mientras que el Reino Unido, Italia y Alemania registraron aceleraciones particularmente pronunciadas.

Sin embargo, de acuerdo a la última encuesta llevada a cabo en Canadá, el 97% de las empresas esperan una inflación superior al objetivo del Banco Central de Canadá del 2%, mientras que la economía toca máximos.

Según el estudio elaborado por MSCI en cuanto al desempeño relativo del índice MSCI World Factor and Sector en periodos de crecimiento y caída de inflación, definiendo dos categorías por el signo de los 3 últimos meses menos el promedio de los 36 meses de inflación de países de la OCDE. Considerando un periodo desde diciembre de 1975 hasta octubre de 2021, los índices MSCI World Momentum y MSCI World Quality tuvieron un mejor comportamiento durante periodos de creciente inflación, superando en 34 pb y 23 pb respectivamente al desempeño del MSCI World.

El mayor rendimiento del Quality puede deberse al hecho de que las empresas con alta rentabilidad y bajo apalancamiento generalmente estaban mejor posicionadas para trasladar los costes crecientes al consumidor final. Mientras que el índice índice MSCI World Momentum se comportó bien en períodos de creciente y menor inflación debido a que su impulso no se deriva de la información financiera de las compañías sino que explota la rotación de la rentabilidad de otros  factores y sectores.

En general, la dispersión de rentabilidad en los índices sectoriales fue mayor que en los de factores, siendo los más favorecidos en tiempos de alta inflación salud, bienes de consumo básico y energía. Y a pesar de que algunos analistas comentan que alta inflación y por tanto subidas en tipos de interés son negativos para las empresas tecnológicas al descontar los flujos futuros, en el ejercicio realizado por MSCI se observó que el comportamiento fue positivo, mientras que muy negativo fue servicios de comunicación, industriales, materiales y financieras. Esto último vale la pena destacar ya que actualmente algunos estrategas están apostando por financieras y materiales.