Un cambio en el equilibrio de poder podría renovar los riesgos del techo de la deuda, afectar a los nombramientos políticos y judiciales, así como aumentar el escrutinio de las tendencias políticas, como la ESG (Environment, Social and Governance). También puede haber áreas de interés común, como la defensa y China. Pero también es probable que los vientos de recesión eclipsen los resultados de las elecciones de mitad de mandato. De cualquier manera, el panorama vuelve a ser con curvas para los activos financieros.

A pocos días de las elecciones de mitad de mandato en los Estados Unidos (8 de noviembre de 2022), todo parece indicar que el "pastel está servido". Según las encuestas de fivethirtyeight.com muestra que hay un 69% de probabilidad de que los republicanos ganen la Cámara, mientras que en el Senado los demócratas tienen un 68% de probabilidad de mantener el control, apunta Matt Miller (economista político de Capital Group), que añade que más bien cree que la Cámara está perdida para los demócratas, mientras que para el Senado las encuestas podrían ser demasiado optimistas.

Además, otros analistas de BlackRock coinciden en comentar que la mayoría de los estadounidenses están preocupados por la inflación y el control fronterizo, que inclinarían la balanza hacia los republicanos, que necesitarían ganar solo cinco escaños para tomar el control. 

Con los republicanos tomando el control de la Cámara, es muy probable que haya investigaciones sobre los paquetes de ayuda del Covid, la retirada de Afganistán, investigaciones relacionadas con temas de ESG, la censura tecnológica y sobre todo la gestión de la inflación, que preocupa mucho a los estadounidenses. Estas son algunas cuestiones sobre las que los inversores deberán estar preparados, ya que podría haber "fuegos artificiales" en algunos medios de comunicación y por supuesto, mucho ruido que podría "sacudir" a los mercados financieros. Incluso podría volver a haber enfrentamiento en cuanto al presupuesto y el techo de la deuda, como ya ha pasado en la última década, cuando el gobierno ha estado dividido.

Además, como hemos visto en el último par de meses, la disputa sobre temas ESG en EE.UU. por parte de estados republicanos podría verse incrementado, con mayor énfasis en la regulación y autorizaciones estatutarias, que ya estamos viendo tanto en la SEC (Regulador del mercado americano - Securities and Exchange Commission) y en la EPA (Agencia de Protección del Medio Ambiente en español), con el tribunal diciendo a ambas que según los reglamentos no estaban específicamente autorizados a este tipo de cuestiones o regulaciones del clima, lo que también tendría implicaciones políticas y económicas.

Se podría esperar, apuntan en Capital Group un aumento en el gasto en defensa apoyado tanto por demócratas como republicanos, sobre todo al estar en "un mundo más peligroso" cuando se mira a Rusia-Ucrania o bien China y su erosionada relación con los EE.UU. y su interés a reintegrar Taiwán.

Por su parte Morgan Stanley pone unos escenarios:

1) Los Republicanos toman control de ambas cámaras ->  ciertas prioridades legislativas quedan inmediatamente fuera de la mesa -como las subidas de impuestos o las inversiones en energías limpias

2) Se divide el control del Congreso -> podría proporcionar un poco de espacio para la nueva legislación en áreas donde ya existe un consenso bipartidista significativo, como la regulación de la tecnología y las criptomonedas, el precio de los medicamentos recetados y las inversiones en energía.

3) Los Demócratas conservan el control -> El control demócrata de ambas cámaras crearía el camino más fácil para la legislación que probablemente tenga un impacto en el mercado.

¿Qué nos dice la historia y cuál es el posicionamiento recomendado?

Según comenta el equipo del Investment Institute de BlackRock históricamente el mercado de renta variable estadounidense se ha comportado bien durante los periodos de bloqueo en Washington. BR comenta que a pesar de que "el bloqueo es habitual y evita que se produzcan cambios en la política que podrían asustar a las acciones. Esta vez no vemos que ese libro de jugadas del pasado funcione debido a la recesión que esperamos de la subida de tipos de la Reserva Federal."

BR argumenta que el mayor problema no proviene de las elecciones, sino de la recesión inminente, que presionará a otros sectores con el tiempo, aunque ya se están viendo los daños en sectores importantes y sensibles a tipos de interés, como la vivienda (Aviso a navegantes de lo que podría pasar en Europa). La caída de las viviendas iniciadas este año (véase la línea naranja en el gráfico anterior) ya es más pronunciada que la de los anteriores ciclos de subidas de tipos de la Reserva Federal, como los de los años setenta y principios de los ochenta, así como el desenlace del boom inmobiliario estadounidense de mediados de la década de 2000 (otras líneas de color).

Con esto en mente, el posicionamiento de BR es:

  • Tácticamente infraponderación en mercados de RV desarrollados
  • Estratégica y tácticamente sobreponderados en crédito cotizado, desde alto rendimiento hasta grado de inversión global
  • Estratégicamente y tácticamente infraponderados en deuda gubernamental
  • Estratégicamente infraponderados en activos privados de crecimiento y neutral en el crédito privado, a partir de una asignación inicial mucho mayor que la que tienen la mayoría de los inversores cualificados

Sin embargo, según Denise Chisholm (directora de estrategia cuantitativa de mercado en Fidelity Investments) comenta que "los inversores, te sugeriría que esto no debería ser algo en lo que se centrara..., además no debería hacer grandes cambios en su cartera a causa de las elecciones".

Por su parte, JPMorgan coincide con Fidelity aunque agrega que puede ser más útil centrarse en las áreas afectadas por la Ley de Reducción de la Inflación y el impulso más amplio para reforzar la defensa nacional y la seguridad económica. Esto incluye sectores y temas -como la energía limpia, la defensa y ciertas industrias- que hemos visto como favorables en la era post-pandémica. Y recuerde: Con elecciones o sin ellas, la volatilidad es normal y mantenerse invertido es la mejor opción a largo plazo.

ETFs y Fondos a considerar

En cuanto a fondos de gestión activa, es muy probable que el value siga haciéndolo mejor que el growth y también en una recesión lo haga mejor las empresas de mayor capitalización bursátil, a menos que se invierta en pequeñas empresas con enfoque muy local. También aquellos fondos de income o dividendos, por lo que a continuación presentamos algunas opciones que cubran estas consideraciones:

1) Fidelity America: Es un fondo que consistentemente se posiciona entre los primeros lugares de los fondos de su categoría por rentabilidad y también por caer menos, tanto a 1,3,5 y 10 años. A pesar de que el equipo de gestión es relativamente nuevo, cuenta con una larga experiencia, como es el caso de Rosanna Burcheri, que se unió a Fidelity en 2021 pero cuenta con 25 años de experiencia, proveniente de Artemis, mientras que su compañero (Ashish Bhardwaj, ha sido analista en Fidelity desde 2012 y gestor del fondo desde 2019, lo que genera continuidad. Con un enfoque value, la cartera mantenía una liquidez de casi el 7% a septiembre, y 51 posiciones de renta variable, con un active share del 84,27% (menor que el fondo a continuación). Se trata de una cartera con sobre exposición a consumo defensivo y servicios públicos, pero infraponderación en tecnología, servicios financieros y consumo cíclico.

2) DWS Invest CROCI US: este fondo ya lo hemos recomendado en otras ocasiones ya que es un fondo que debería servir como un pilar presente en las carteras a corto, medio y largo plazo. Es un fondo con un largo track record y que consistentemente se posiciona en el primer cuartil por rentabilidad. A un año muestra una rentabilidad de 1,73% y del 10,98% anualizado a 3 años. La cartera, compuesta de 40 posiciones, muestra una sobreponderación en consumo cíclico, materiales básicos y energía, y una fuerte infraponderación respecto a sus competidores en servicios financieros e industriales. Es un fondo agnóstico a un índice de referencia, como lo muestra su alto active share (superior al 90%).

3) BNY Mellon U.S. Equity Income Fund: un fondo de RV USA Dividendo, gestionado por Brian Ferguson, que ha logrado posicionar el fondo en los tres primeros lugares del ranking por rentabilidad tanto a corto como largo plazo, aunque tuvo un periodo de peor desempeño que el MSCI USA High Dividend Yield (2018 y 2020) ha logrado reponerse y ahora lo supera, con una cartera compuesta por 55 posiciones, y un active share del 92,84%, es decir que no es un fondo muy pegado al índice, lo que destaca a los gestores activos en momentos como los actuales. A diferencia de los fondos anteriores, su cartera muestra una sobreponderación a servicios financieros, pero también a energía, mientras una infraponderación a inmobiliario, consumo defensivo y cíclico, así como tecnología.

En cuanto a ETFs, que podría usarse de forma táctica ya que la volatilidad podría ser significativa, apostamos además por un sector que ha estado sobre penalizado como es el sector tecnológico, y por ello las siguientes sugerencias: