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La caída general de las bolsas se debe a un movimiento de rotación y reasignación similar a la dinámica que ya vimos a finales de 2020 (octubre/noviembre) y principios de 2021 (febrero).

Igual que está ocurriendo durante este principio de año, las compañías que mejor se habían comportado sufrieron una toma de beneficios por parte de los inversores. El escenario actual que se plantea a comienzos de 2022 podría ofrecer una serie de oportunidades para el inversor a largo plazo.

Los movimientos de flujos hacia sectores muy cíclicos, mayores rumores sobre los efectos del Tapering en EE. UU., la marcada subida de la inflación en ambos continentes y los ruidos geopolíticos entre Rusia y la Unión Europea han sido los hechos que han marcado los movimientos de mercado durante las primeras semanas del año 2022, y es justamente por este resumen de acontecimientos que vemos una excelente ventana de oportunidad para que los inversores puedan aprovecharse de la volatilidad vivida durante estas primeras sesiones.

La visibilidad sobre la capacidad de las compañías por seguir alcanzando altos márgenes, un crecimiento estructural de su actividad y una consolidación de sus planes estratégicos es muy clara a día de hoy. Gran parte de las compañías han salido reforzadas después del lockdown de marzo 2020. Todas han aprovechado este periodo para reinvertir en mejoras operativas, innovación, en contratar talento, en mejoras de sus sistemas de logística, inventarios y softwares de servicio.

Para Lonvia Capital, cualquier continuación de la actual tendencia de consolidación permitirá que las valoraciones se reduzcan rápidamente y ofrezcan aún más potencial de rendimiento para los próximos años.