Aunque a estas alturas dudo que haya personas que no sepan acerca de las sansiones impuestas a Rusia, como la exclusión de siete bancos rusos del sistema de mensajería SWIFT, la exclusión de Rusia de los principales índices mundiales, la congelación de los activos de ciertas personas u oligarcas con efecto inmediato, limitar las transacciones con el banco central ruso así como sanciones a Bielorusia, la exportación de algunos bienes de los oligarcas rusos, entre otras.

Sin lugar a dudas, en medio de este entorno bélico y la serie de sanciones impuestas por Occidente, el rublo y los valores rusos se han hundido, lo que lleva a una situación sumamente difícil para el pago de la emisión de cupones de la deuda emitida por el país euroasiático. Adicionalmente, según la entrevista a Siluanov, ministro de Finanzas ruso en una entrevista en la televisión estatal transmitida ayer domingo, Rusia ha perdido acceso a casi la mitad de sus reservas internacionales, "el volumen total de nuestras reservas es de unos 640.000 millones de dólares y hay unos 300.000 millones de dólares en tal condición que no podemos usarlos ahora", según Siluanov.

La última vez que Rusia hizo default de su deuda fue en 1998, tras el colapso de la Unión Soviética y su debilitamiento tras los costes de la guerra con Chechenia, lo que le mermó su capacidad de pago, la llamada crisis del rublo, causando daños colaterales a las economías vecinas y al sistema financiero mundial en especial a Long-Term Capital Management.

Desde entonces, y tras las sanciones impuestas en 2014 tras la anexión de Crimea, Rusia había fortalecido su situación financiera con superávits presupuestarios y una reducción de su dependencia del dólar estadounidense, tanto que los pasivos externos de Rusia se han reducido de unos 733.000 millones de dólares en 2014 a cerca de 480.000 millones actualmente.

A pesar de que Rusia tienen relativamente bajos niveles de emisión de deuda, con un sector financiero muchos menos integrado con el resto del mundo, hay algunos analistas, como la economista jefe del Banco Mundial, Carmen Reinhart, que advierten de "estar muy cerca" del incumplimiento tanto Rusia como Bielorusia. A pesar de que la hace unos 10 días realizó el pago de intereses sobre uno de sus bonos locales denominados en rublos, el dinero podría no "alcanzar para los tenedores extranjeros" resultado de la serie de sanciones.

El Estado tiene alrededor de unos 40.000 millones de dólares en bonos en moneda extranjera denominados en dólares y euros, que en comparación con el tamaño de su economía y naciones comparables es una cantidad pequeña. El problema se agrava al considerar la deuda de las empresas rusas, que asciende a poco menos de 100.000 millones de dólares en bonos internacionales en circulación.Sin embargo, la deuda rusa se ha desplomado, con los CDS en máximos:

Una prueba clave llegará este miércoles 16, cuando el estado ruso tiene que hacer frente al pago de dos cupones o intereses regulares de  117 millones de dólares de alguna de sus deudas denominadas en dólares estadounidenses y cubierta por CDS. En caso de que las sanciones interfieran con el mecanismo de liquidación de contratos de CDS, los inversores que usaron CDS como cobertura o "hedge" contra pérdidas en bonos por impagos podrían verse afectados y beneficiar a aquellas contrapartes que vendieron los CDS al limitar sus pagos en caso de incumplimiento.

Sin embargo, hay un periodo de gracia de 30 días, lo que significa que el imcumplimiento no ocurrirá formalmente al menos hasta abril.  A pesar de que el Ministerio de Finanzas de Rusia dijo que atenderán y pagarán sus deudas soberanas en su totalidad, el presidente Putin ha dicho que las entidades rusas podrán pagar sus deudas en moneda extranjera en rublos al tipo de cambio establecido por el Banco Central ruso.

Entre los principales inversores en deuda rusa se incluye a hedged funds y algunas gestoras de gran tamaño como Pimco, que según el Financial Times, es uno de los mayores tenedores de bonos rusos en el mundo, con una posición de 1.500 millones de dólares en deuda soberana rusa, a lo que hay que sumar su posición de al menos 1.000 millones de dólares en los mercados de derivados o CDS (credit default swaps), que son como un seguro que vende Pimco a los inversores a cambio de una prima, y en caso de que el emisor de los bonos subyacentes (en este caso Rusia) imcumpla sus pagos Pimco tendría que compensar a los tenedores y podría llevar a afrontar unas pérdidas de 2.600 millones de dólares. Según parece, Pimco ya ha valorado a la baja sus posiciones dadas las actuales condiciones del mercado.

La mayoría de los CDS estarían en al menos cinco fondos de Pimco, uno de ellos el Pimco Income Fund (registrado para su venta en EE.UU.), gestionado por Daniel Ivanscyn (director de inversiones), Joshua Adnerson y Alfred T. Murata y que asciende a unos 140.000 millones de dólares de activos, 4 estrellas Morningstar, con una rentabilidad en lo que va del año del -6,12%. Al final del 2021, el fondo reveló que había suscrito 942 millones de dólares en CDS (0,67% del total de activos)

Así como otros fondos de menor tamaño de activos como el fondo Pimco Total Return, Pimco Diversified Income, Pimco Emerging Markets Bond Fund y el Pimco Low Duration.

Los activos bajo gestión de Pimco ascienden a más de 2,2 billones de dólares, para que el lector pueda estimar la magnitud de las posiciones que mantenía la gestora en deuda y CDS rusos.