El objetivo es destacar el posible impacto de la guerra en Ucrania a la hora de fijar los criterios clave en la toma de decisiones de inversión. Por resumir, el conflicto refuerza las tendencias ya existentes en el mercado, y además,  el escenario de recuperación mundial se mantiene, aunque los riesgos de recesión en Europa han aumentado.

Geopolítica

La invasión de Ucrania y la reacción de los mercados  ponen de manifiesto que, a diferencia de años anteriores, los acontecimientos geopolíticos se han convertido en un factor importante y con influencia en los mercados. El cambio del equilibrio de poder en un país europeo relevante, a través de medios militares,  es otro indicio del establecimiento de un mundo multipolar. La cuestión no es sólo que haya más centros de poder, sino que los sistemas son diferentes.

El sistema occidental, basado en el Estado de Derecho y la democracia, ya no es el sistema dominante. Siempre hay conflictos militares, pero los que tienen una importancia mundial duradera no existen desde hace mucho tiempo. La relación entre Rusia y Occidente es persistentemente conflictiva. Algunos hablan de una nueva Guerra Fría.

Pero el foco de atención de los estrategas geopolíticos está desde hace tiempo en otro: el conflicto entre China, Taiwán y Estados Unidos. En consecuencia, las primas de riesgo geopolítico se tendrán en cuenta en las decisiones de inversión en el futuro.

Desglobalización, energía verde, ASG e inversión

También existe una tendencia creciente hacia la desglobalización. El conflicto entre EE.UU. y China, entre otros, ya ha provocado un aumento de la inversión en el sector de la alta tecnología (chips) en la propia región de cada país. Esto afecta a EE.UU., a la UE y a China. La pandemia ha puesto de manifiesto que las cadenas de suministro mundiales son frágiles, y que no se puede garantizar la seguridad del suministro de bienes críticos en caso de crisis.

La crisis de Ucrania, a su vez, refuerza la desvinculación económica de Occidente con Rusia y subraya con fuerza la cuestión de la seguridad energética. Podría decirse que ha aumentado la motivación para desarrollar fuentes de energía alternativas. Esto se aplica tanto a las rutas de suministro alternativas como a la producción de energía verde. Como si el cambio climático no fuera suficiente razón para invertir en el suministro de energía verde, ahora se añade la cuestión de la seguridad del suministro. Además, el canciller alemán Scholz señaló que el gasto en defensa aumentará masivamente en Alemania.

Para Alemania, esto representa un giro de 180 grados. Las cuatro grandes cuestiones sobre la mesa (alta tecnología, cadenas de suministro, energía y defensa) provocarán que las cifras de inversión privada y gubernamental probablemente se incrementen. Esto implica un mayor crecimiento económico y mayores déficits presupuestarios públicos en los próximos años en comparación con el escenario de referencia.

Por último, pero no por ello menos importante, la guerra de Ucrania subraya que los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza no se refieren únicamente a la lucha contra el cambio climático. Las cuestiones sociales y de gobernanza son igualmente relevantes.

Riesgo extremo

Todavía hay muchas cosas en juego en la crisis de Ucrania. ¿Qué quiere el Presidente Putin? Lo principal parece ser sacar a Ucrania de la esfera de influencia de Occidente (perspectivas de ingreso en la UE y la OTAN). En ese caso, un gobierno controlado por Rusia sería el objetivo final. La cuestión de si Putin quiere más, como el control de otros estados de Europa del Este, sigue abierta. Una escalada más allá de la guerra en Ucrania representa un riesgo extremo. Un riesgo más realista consiste en una escalada no intencionada, es decir, un error.

Sanciones

Occidente ya ha respondido con paquetes de sanciones. Por ejemplo, la UE ha citado las finanzas, la energía (piezas de repuesto para la producción), el transporte, el control de las exportaciones y las políticas de visados. En una declaración conjunta el sábado, EE.UU., el Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia y la Comisión Europea dijeron que impedirían que el Banco Central de Rusia utilizara sus reservas internacionales para mitigar sanciones más amplias.

Esto significa que el Banco Central ruso no puede vender reservas de divisas para comprar rublos. También, que los ingresos en euros y dólares estadounidenses procedentes de la venta de productos básicos no pueden cambiarse por rublos. Los dirigentes también dijeron que excluirían del sistema Swift a algunos bancos rusos ya afectados por las sanciones, lo que los desconectaría del sistema financiero internacional y afectaría a su capacidad de hacer negocios.

El Banco Central ruso respondió con medidas de emergencia: Subida de los tipos de interés a un 20% y control de capitales. Las restricciones a las exportaciones de productos básicos no se han abordado. En este escenario, Rusia seguirá exportando materias primas y energía y podrá pagar con el sistema de telecomunicaciones financieras interbancarias SWIFT. Sin embargo, los ingresos seguirán congelados.

Cuatro ámbitos de impacto

El alcance de las sanciones tendrá sin duda consecuencias negativas para la economía en Rusia, y también habrá daños colaterales en Occidente. Sin embargo, las mayores consecuencias negativas podrían proceder de cuatro ámbitos no contemplados en las sanciones;  las crisis anteriores muestran que los efectos indirectos suelen ser mayores que los directos:

  • La aversión al riesgo podría aumentar de forma persistente. Esto afecta a los consumidores, a las empresas y a los participantes en el mercado.
  • Si Rusia tiene éxito en su estrategia, otros Estados autoritarios también podrían caer en la tentación de imponer sus propios objetivos por medios distintos a las negociaciones.
  • Si finalmente se imponen a Rusia restricciones a las exportaciones en el sector energético, o si Rusia reacciona a las sanciones con contra-sanciones, tales como una restricción del suministro de energía, un choque de precios en el sector de las materias primas aumentaría el riesgo de estanflación.
  • La posible necesidad de amortizar los activos rusos, los posibles impagos debido a la exclusión del sistema SWIFT, y las interconexiones en el sector financiero, podrían amplificar el efecto amortiguador sobre la economía en un escenario de riesgo.

Escenario de recuperación global deteriorado, pero que se mantiene

El impacto de la crisis en la economía es comparativamente fácil de estimar; la incertidumbre radica en prever su extensión, en la medida que

  • Las tasas de inflación serán más altas en comparación con la situación anterior.  Esto se debe a que los precios de los productos básicos (energía, metales, alimentos) han seguido subiendo en los últimos días. La etapa de elevadas tasas de inflación durará ahora aún más. Sin embargo, se mantiene la expectativa de que la inflación baje a medio plazo (el próximo año).
  • La consiguiente pérdida de poder adquisitivo implica un menor crecimiento económico respecto al escenario anterior.  Sin embargo, la expectativa de que continúe la fase de "recuperación" de la economía a nivel global se mantiene mientras no se produzca un shock de precios de las materias primas. El consumo privado en el sector de los servicios y las horas trabajadas siguen estando muy por debajo de la tendencia anterior a la pandemia. En Europa, sin embargo, los riesgos de recesión han aumentado.
  • Los bancos centrales tienen dificultades para salir de la política monetaria ultraexpansiva. Los bancos centrales ya se han enfrentado a  objetivos contradictorios:  luchar contra la inflación frente a alcanzr la estabilidad en el ámbito económico, financiero y de la deuda soberana.

Debido a las sorprendentes tasas de inflación, es posible que aumenten los efectos de transmisión (las empresas pueden repercutir los costes), así como las expectativas de inflación. Hasta ahora, los bancos centrales han respondido con señales de subidas más tempranas y rápidas de los tipos de interés oficiales. La crisis ucraniana ha intensificado esta disyuntiva. Las subidas de los tipos de interés oficiales siguen siendo probables, pero el riesgo de que se produzcan subidas a un nivel restrictivo de los tipos de interés para enfriar la economía ha disminuido.

El escenario de la recuperación mundial se ve afectado, pero aún se mantiene

Resumiendo. En primer lugar, mientras se pueda evitar una recesión en ausencia de una perturbación excesiva de los precios de las materias primas, las perspectivas para los activos de riesgo siguen siendo generalmente positivas. En segundo lugar, las tendencias ya existentes se verán reforzadas.

Las grandes cuestiones sobre la mesa, la geopolítica, la desglobalización y el riesgo de estanflación,  están presionando las valoraciones, en concreto la relación precio-beneficio, porque las primas de riesgo están subiendo  o bien ya han subido. Al mismo tiempo, las tendencias de más energía verde y mayores tasas de inversión,  se apoyan en las perspectivas de crecimiento a largo plazo.