La estrategia incluía planes para imponer la venta obligatoria de vehículos ligeros ZEV (Zero emissions Vehicle - vehículo cero emisiones), junto con otras medidas de electrificación del transporte, como la financiación de estaciones e infraestructuras de recarga y de incentivos a los vehículos eléctricos.

Todos los turismos, todoterrenos y camionetas nuevos que se vendan en Canadá deberán ser vehículos de emisiones cero (VEZ) de aquí a 2035, según la nueva normativa propuesta y anunciada hoy por el Ministro de Medio Ambiente y Cambio Climático, Steven Guilbeault. "los vehículos de emisiones cero son la solución para los canadienses preocupados por los costes que quieren ayudar al medio ambiente y salir de la montaña rusa de los altos precios de la gasolina", añadió.

Además del objetivo de 2035, Canadá también ha introducido una serie de mandatos provisionales de venta de vehículos eléctricos, que exigen:

  • que los vehículos eléctricos representen el 20% de las ventas de vehículos nuevos en 2026 y el 60% en 2030. Según un comunicado del Gobierno, estos objetivos pretenden contribuir a aumentar la oferta de VEZ a los consumidores
  • una reducción acumulada de emisiones de gases de efecto invernadero de 430 millones de toneladas entre 2026 y 2050
  • inversiones en 50.000 estaciones de recarga de vehículos eléctricos adicionales para llegar a 87.000 cargadores financiados por el gobierno federal en 2027
  • la renovación de un programa que proporciona a los consumidores y a las empresas hasta 5.000 y 10.000 dólares, respectivamente, para el coste de compra o alquiler de un vehículo eléctrico de tipo ZEV

De esta manera, Canadá se une a varias otras jurisdicciones que han introducido sus propios requisitos ZEV, incluyendo la UE, Reino Unido y EE.UU..

Por su parte, el Ministro de Transportes declaró, que ayudar a los canadienses a cambiar a vehículos de emisiones cero es crucial para alcanzar nuestros objetivos climáticos: mantiene limpio nuestro aire, ayuda a la gente a ahorrar dinero y posiciona a Canadá como líder en la fabricación de vehículos más limpios.

La inversión ESG en Canadá

Es una de las mayores oportunidades para el sector de inversión responsable en Canadá, valorado en 3 billones (trillones anglosajones) de dólares, mientras que la preocupación por el "lavado verde" y el creciente escrutinio normativo moderan el crecimiento del sector.

De acuerdo con un informe de la Asociación Canadiense de Inversión Responsable (RIA) sobre el estado de la industria, la inversión responsable desde el punto de vista medioambiental, social y de gobernanza (ESG) es cada vez más sofisticada, ya que los gestores de activos utilizan diferentes estrategias para hacer frente al riesgo, desde la integración de cestas de indicadores en las decisiones de compra y venta, hasta la concentración en temas específicos, como el clima, la inclusión laboral y la conservación del agua.

Todo esto en medio de una creciente controversia a raiz de investigaciones y multas por declaraciones medioambientales engañosas, así como por una reacción contra los esfuerzos en materia ESG en el país vecino, lo que limita al sector.

En los dos últimos años, los AuM en el ámbito de la inversión ESG había descendido de 3,2 billones de dólares a 3 billones, según una encuesta llevada a cabo por Environics Research. Dicha cifra es considerada por los asesores de inversiones registrados (del inglés RIA) es considerada como un suelo, apunta la encuesta. La RIA engloba a gestores de activos, propietarios de activos, fondos de pensiones, proveedores de servicios y otros que supervisan colectivamente 42 billones de dólares en activos. Según comenta el informe, el descenso se debe a varios factores, como:

  •  cambio en los métodos de información, ya que la RIA contrató a una nueva empresa para recopilar y evaluar los datos
  • mayor cautela por parte de las principales empresas de gestión de activos a la hora de definir la inversión responsable y los activos ASGejecutiva de la RIA

El informe muestra que la integración ESG -en la que los inversores emplean un amplio conjunto de métricas ESG para gestionar el riesgo- es la estrategia más utilizada, con un 94% de los miembros de RIA, vs el 89% de hace dos años. Le sigue la exclusión de empresas o sectores en función de sus productos o prácticas empresariales, con un 91%, vs el 72%, siendo los sectores más afectados por las políticas de exclusión el armamento y el material militar, así como el tabaco, los combustibles fósiles y el juego.

El 46% de los encuestados gestiona fondos de impacto, estructurados para generar resultados medioambientales y sociales mensurables junto con rendimientos financieros.

En cuanto al compromiso empresarial, la encuesta muestra que la RIA fue una fuerza en el lanzamiento en 2022 del Climate Engagement Canada, una coalición de instituciones que presionan a 40 empresas en industrias como la energía, los servicios públicos, la minería, el transporte y los bienes de consumo para mejorar la divulgación relacionada con el clima y alinear su defensa con los objetivos del Acuerdo de París.

Menores lanzamientos de fondos ESG

Según el último informe de Morningstar, el apetito de los gestores de activos por lanzar nuevos fondos ESG al tercer trimestre del 2022 podría estar disminuyendo, habiendo lanzado menos fondos sostenibles por segundo trimestre consecutivo. Según Abdulai Mohamed, analista de Morningstar "en el pasado, experimentamos un conjunto diverso de lanzamientos de varios proveedores de productos sostenibles (tanto en fondos de inversión como cotizados), pero este trimestre fue diferente". Así, revela que únicamente se lanzaron 5 nuevos fondos domiciliados en Canadá, lo que representó un descenso del 60% y 80% respecto al segundo y primer trimestre. Solo Canada Life, Mackenzie Investments y Manulife lanzaron nuevos fondos de inversión sostenibles.

El crecimiento de los activos de fondos y ETF sostenibles se estancó: el patrimonio creció un 0,3% respecto al trimestre anterior, con una contribución de los fondos de gestión activa (+1%) y un lastre de las estrategias pasivas (-2%). Las estrategias activas representan el 86% y las pasivas el 14% del panorama de productos sostenibles. Pero también los flujos hacia fondos y ETFs disminuyeron, aunque positivos todavía, con unos 243 millones de dólares, un descenso del 85& respecto a los 1.680 millones de dólares del trimestre anterior.  Este volumen de entradas se registró por última vez en el tercer trimestre de 2020, con unos 322 millones de dólares. Las estrategias activas contribuyeron a las entradas (278,2 millones de dólares), mientras que los flujos de las estrategias pasivas fueron negativos (34,4 millones de dólares negativos):